Se realizó el último curso de capacitación de la iniciativa que es impulsada conjuntamente por Fundación Banamor, la Municipalidad de Quillota y la empresa Colbún.
Con la elaboración de preparaciones culinarias y una degustación realizada en el Centro de Educación Integrada de Adultos Dr. Alejandro Vásquez Armijo (CEIA) de Quillota, se dieron por finalizados los talleres teórico-prácticos del Programa de Cocina Comunitaria “Sazón Social”, iniciativa dirigida a que mujeres jefas de hogar de la comuna adquirieran herramientas para formalizar y fortalecer sus emprendimientos gastronómicos.
Este proyecto, que es ejecutado conjuntamente por Fundación Banamor; la Municipalidad de Quillota, a través de su Unidad de Desarrollo Económico Local; y la empresa Colbún, por medio del Complejo Térmico Nehuenco, ha buscado contribuir a una mejorar calidad de vida de las emprendedoras participantes, quienes se encontraban en una situación económica de mayor vulnerabilidad y con emprendimientos informales de subsistencia.
Durante el último taller enfocado en mejorar la calidad de sus productos, las emprendedoras tuvieron la oportunidad de dar a conocer lo aprendido a través de diferentes preparaciones que fueron presentadas ante un jurado. “Se busca capacitar mujeres para que puedan desarrollar la actividad de cocina o pastelería donde ellas laburen. Todo esto, orientado a buscar la resolución sanitaria para sus productos y trabajar en la cocina comunitaria (…) con estas clases hemos ido innovando y entregando herramientas para enriquecer su formación y su ámbito profesional”, destacó Ximena Olivares, profesora del curso.
Las emprendedoras agradecieron esta iniciativa social. “Para mí ha sido súper importante porque me ha enriquecido en varias áreas de lo que yo trabajo, que es pastelería y coctelería. También en este grupo, obtuvimos el curso de manipulación de alimentos, donde eso me beneficia mucho para mi trabajo, para poder presentarlo en distintas empresas y para quien lo requiera. También con esto vamos a obtener el beneficio de los sellos, que es algo súper importante en nuestra área”, señaló Elizabeth Cordero.
Por su parte, la emprendedora Raysil Ortega dijo que el programa “nos abre las puertas a crecimiento, tanto personal como profesional. Se aprende mucho estando acá, desde el rubro de pastelería hasta comida salada. Hemos pasado diferentes etapas donde hemos aprendido muchísimas cosas, ya sea en marketing, cómo crecer como empresa y principalmente implementar las técnicas de cocina al momento de elaborar nuestros planes”.
A través de cuatro componentes principales, el programa "Sazón Social" abarcó desde la evaluación inicial de los emprendimientos hasta la mejora de la calidad de los productos, pasando por el fortalecimiento de habilidades personales y la formalización de los negocios, incluyendo certificaciones sanitarias y técnicas de venta.
Gissella Olivares, Directora de Fundación BanAmor, destacó el crecimiento que han tenido las participantes. “Notamos la forma en que han ido incorporando los conocimientos para profesionalizar sus negocios, y eso se refleja principalmente en su lenguaje cada vez más técnico y en la seguridad con que se expresan. Tenemos la certeza de que esta iniciativa va a mejorar la calidad de vida de estas mujeres, aportando un valor adicional a sus trabajos. Tenemos la convicción que el trabajo es más robusto cuando se realiza en conjunto, por eso siempre es un agrado generar alianzas que permitan el logro de objetivos que beneficien a la comunidad”.
Finalmente, Gonzalo Palacios, jefe de Asuntos Públicos y Comunicaciones Zona Norte de Colbún señaló que “estos hitos representan un avance significativo en la transformación de los negocios y la mejora de la calidad de vida de las participantes, al mismo tiempo que impulsan el desarrollo económico de la comunidad de Quillota, con la promesa de ofrecer cada día mejores productos y de mayor calidad que satisfagan las necesidades locales”.
Cabe destacar que el programa Sazón Social finalizará con la ceremonia de certificación de las emprendedoras y con la inauguración de una cocina comunitaria con resolución sanitaria.