Colbún apuesta por el almacenamiento eléctrico y da primer paso en baterías a escala industrial
La iniciativa asociada al proyecto Diego de Almagro considera inversiones por US$ 11 millones y una potencia de 8 MW, detalla el gerente general de la compañía Thomas Keller.
A fines de septiembre, Colbún dio el vamos al proyecto eólico más grande de Latinoamérica: Horizonte con 778 MW de capacidad con una inversión por US$ 850 millones. Con esta iniciativa -cuyas obras tienen previsto comenzar en noviembre- y en conjunto con el proyecto solar fotovoltaico Diego de Almagro, que está en fase final de construcción, la eléctrica de la familia Matte está añadiendo 1.000 MW adicionales a su capacidad instalada este año. Un paso que va en línea con la meta de tener del orden de 4.000 MW adicionales a fines de esta década.
Si bien están abocados a la implementación de su agenda estratégica, frente a la coyuntura actual del sector observan con preocupación el desafío de asegurar un suministro seguro y confiable en circunstancias de mercado que son complejas. Pero a pesar de este escenario, los planes de la empresa no se detienen.
Desde su posición actual en el negocio de almacenamiento a través de sus centrales hidro con capacidad de embalse, el gerente general de Colbún, Thomas Keller, reconoce que ‘están las necesidades y las oportunidades de masificar el almacenamiento también en asociación con nuestros proyectos y nuestros activos solares y eólicos’. Subraya que ‘uno de los desafíos importantes que plantea la masificación y penetración de la generación eólica y solar es su intermitencia’.
Por esto, Keller adelanta que la compañía está desarrollando un proyecto piloto de baterías, pero ya a una escala industrial.
La iniciativa, que estará asociada a Diego de Almagro, consiste en instalar equipos con una potencia de 8 MW, que permite cuatro horas de suministro eléctrico, involucra una inversión cercana a los US$ 11 millones. ‘Es un proyecto que ya está en marcha, que esperamos concretar físicamente hacia fines del próximo año. Esto fortalece nuestra posición para abastecer de energía limpia y continua a nuestros clientes y complementa muy bien también la generación a partir de nuestros activos hidroeléctricos’, explica.
‘Diego de Almagro se está construyendo como proyecto de generación también, pero estamos tomando las medidas para implementar el conjunto de baterías de forma bastante rápida. Ya están colocadas las órdenes de compra y los equipos están en proceso de manufactura’, destaca.
‘Es dable esperar que bajen de costo’
– ¿Cómo están viendo la regulación en almacenamiento?
– Se dieron los primeros pasos, pero es necesario perfeccionarlos y reconocer que el almacenamiento puede jugar varios roles dentro del sistema eléctrico. Hoy está básicamente legislado parcialmente lo que es arbitraje de precios entre día y noche, pero se puede hacer más y esperamos que hayan avances importantes en esta materia en el futuro muy cercano. Es dable esperar que estas tecnologías bajen de costo y en esa medida también pueda contribuir a una transición exitosa hacia la descarbonización.
– Tras la venta del negocio de transmisión, ¿se vienen más movimientos?
– No mayormente. Hicimos algunos ajustes en la estructura organizacional para que fuese más funcional a nuestras estrategias.
– ¿Cómo están viendo el sistema eléctrico y lo que viene?
– Siempre el último trimestre de cada año se caracteriza por disponer de mayores recursos para el suministro energético, en particular, porque es la época de los deshielos. Si vemos los próximos meses, es muy difícil que exista racionamiento eléctrico en el corto plazo, porque contamos con esos mayores recursos y las probabilidades de tener un problema de suministro eléctrico en el sistema lo veo muy lejano. Pero tomando en cuenta la acumulación de nieve, esto podría hacer que volvamos a tener que requerir el uso de combustible de respaldo diésel como lo vivimos este año, hacia el primer o fines del trimestre de 2022. Todavía seguimos enfrentando una situación compleja y va a requerir de todos un monitoreo permanente. Cuando termine la época de deshielo se presentan incertidumbres para las que hay que estar preparado. Hay que tener es un sistema más resiliente.
– ¿El decreto de racionamiento fue una medida tardía?
– El sistema enfrenta una situación compleja y nos parece bien que la autoridad haya actuado de manera preventiva. Los criterios que establece el decreto son bastante amplios y todavía no sabemos cuáles van a ser las medidas concretas que se podrían llegar a tomar, así que es todavía prematuro juzgar su eficacia.
– A pesar de las expectativas, se recibieron solo dos ofertas para la megalínea Kimal-Lo Aguirre pese a su importancia para la descarbonización. ¿Tuvieron interés en participar?
– Miramos ese negocio, pero no nos gustó el perfil de riesgo.
– ¿Por el proceso de valorización en curso u otros factores?
– El tema de la valorización no ayuda en una mirada de más largo plazo respecto a la estabilidad de las reglas del juego. Pero en nuestro caso evaluamos el proyecto con socios y concluimos que el perfil de riesgo que debían asumir los proponentes no nos acomodaba y no nos permitía hacer una propuesta competitiva. Cuando se abran las ofertas económicas veremos si esta evaluación de riesgo fue distinta por parte de empresas que presentaron ofertas y si éstas están en línea o no con las estimaciones que hizo el mandante para esta licitación.
Recuadro
Nueva norma técnica de GNL: ‘Es mala para el sistema, para la descarbonización y puede encarecer el costo de la energía’
Uno de los conflictos que mantiene expectante al sector involucra la Norma Técnica para la Programación y Coordinación de la Operación de Unidades que utilicen Gas Natural Licuado Regasificado (GNL), cuyos cambios buscan corregir algunos efectos que se estarían causando cuando se declara la condición de inflexible de este combustible por temas de almacenamiento.
Para Colbún, precisamente esta norma -que fue emitida por la Comisión Nacional de Energía (CNE) este jueves después de un año de trabajoes la discusión regulatoria más latente. Keller es enfático: ‘Ahí nuestra opinión ha sido una sola y clara: todo lo que no apunte a asegurar el suministro de gas natural en un marco competitivo, es una mala decisión’.
Según explica el ejecutivo, lo que hay que privilegiar es dar las facilidades para que los agentes económicos y las generadoras que están en este negocio puedan importar el gas natural sin tener mayores trabas ni trámites burocráticos o regulatorios adicionales a los que hoy existen.
‘Facilitar la importación de gas natural es la mejor política para facilitar la transición energética, porque el gas es habilitante de las energías renovables de fuente variable. La gran mayoría de los expertos que conocen el tema, coinciden con el diagnóstico de que ponerle trabas a la importación del gas es una muy mala idea, especialmente en la coyuntura actual’, puntualiza.
En base a estos criterios, advierte: ‘Pienso que la norma publicada el jueves es mala para el sistema, mala para el proceso de descarbonización y puede encarecer el costo de la energía’.
‘Es muy difícil que exista racionamiento eléctrico en el corto plazo, pero todavía seguimos enfrentando una situación que es compleja’.
‘El perfil de riesgo (en licitación por Kimal-Lo Aguirre) no nos acomodaba y no nos permitía hacer una propuesta competitiva. Cuando se abran las ofertas económicas, veremos si esta evaluación de riesgo fue distinta’.
‘Es un poco frustrante que no se haya podido avanzar más rápido en algunos aspectos de la regulación’
El ejecutivo apuesta a que en un clima de mayor colaboración entre el Ejecutivo y el Congreso más adelante se pueda avanzar en los temas pendientes.
La agenda del sector de energía ha sido intensa, pero hay iniciativas que hoy están en pausa como la reforma a la distribución. Consultado por cómo resumiría estos últimos cuatros años en materia energética en el ámbito regulatorio, considerando que quedarán temas pendientes, Keller puntualiza que no le corresponde a las empresas poner nota a los gobiernos ni a los ministros. Sin embargo, reconoce que ‘la dinámica y el contexto político también han afectado las posibilidades de avanzar en la agenda energética, sin ninguna duda’.
‘El clima político en general en Chile no fue favorable al legislar en muchas materias que nos gustaría que hubiésemos podido avanzar’, dice y agrega que, a su juicio, ‘es una lástima y un poco frustrante que no se haya podido avanzar en general y tampoco se haya podido más, o más rápido, en algunos aspectos de la regulación o del marco regulatorio energético’.
Pese a esto, apuesta a que este escenario se revierta más adelante y se pueda reimpulsar la agenda energética para hacerse cargo de los desafíos que vienen, los que están relacionados mayoritariamente con la incorporación masiva de las energías renovables para ir avanzando a su vez en la descarbonización de la matriz de generación. Sobre esto último, recalca que se debe hacer en forma responsable, ‘reconociendo de que hay limitaciones a la tasa en la cual podemos avanzar en ese esfuerzo’. ‘Ojalá en un clima de mayor colaboración entre el Ejecutivo y el Congreso más adelante podamos avanzar en las cosas que quedaron pendientes’, agrega. En su análisis de los últimos cuatro años, reconoce que hay algunas iniciativas que ha tomado el regulador que no les gustan, pero eso -dice- ‘pasa siempre’. ‘Ahí uno en las instancias que corresponde da a conocer sus puntos de vista y la autoridad las tomará o no’, afirma.
– En cuanto a la certeza jurídica, ¿sigue siendo atractivo Chile en materia energética más allá de estos flancos abiertos?
– Hay ciertas condiciones básicas que hacen a Chile un país súper atractivo. En el tema solar qué duda cabe. Puntualmente en algunas geografías en Chile el tema eólico también es interesante. En hidroelectricidad, en este momento la verdad es que no veo mucho espacio o voluntad política de expandir la base de activos hidro. Hemos visto muchos países en la historia que, a pesar de tener condiciones de base súper favorables, no han sabido aprovecharla.
Ahí entra el tema de la importancia que tiene la institucionalidad de un país (…). Espero que la situación que estamos viviendo, lo polarizado de la discusión, amaine en el tiempo y que retomemos la senda de los acuerdos y avanzar en forma responsable al futuro. Somos optimistas.