×
6. Desempeño Medioambiental y Cambio Climático

Gestión y Huella
Ambiental

103-2, 103-3

Modelo de Gestión

Colbún cuenta con un modelo de gestión medioambiental que orienta sus acciones en esta materia y que está basado en cuatro ejes.

Agua

Velamos por el recurso hídrico en nuestros diferentes tipos de centrales, fomentando el uso eficiente del recurso y buscando mantener su capacidad de autoregeneración.

Aire

Buscamos minimizar los efectos de nuestras emisiones en la calidad del aire local, así como gestionar nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.

Materiales

Utilizamos eficientemente las materias primas que transformamos en energía, haciéndonos cargo responsablemente de la gestión de residuos de nuestros procesos.

Biodiversidad

Reconocemos y cuidamos la flora y fauna, así como los hábitats y ecosistemas donde están insertos nuestros proyectos e instalaciones.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Las actividades que la Compañía realiza en su gestión medioambiental tienen una relación y contribución directa con los siguientes ODS definidos por la ONU:

ODS 6: Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

ODS 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

ODS 15: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.

ODS 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.

ODS 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Mejora en la Huella Ambiental

El sistema eléctrico debe suministrar energía de manera segura, competitiva y sustentable para la población y las actividades productivas del país. Dado que las energías renovables solar y eólica son intermitentes, y mientras no existan sistemas de almacenamiento (por ejemplo, baterías) costo-eficientes, las centrales de base, en particular las centrales térmicas, son las llamadas a operar para garantizar la seguridad del sistema. Adicionalmente, cuando se enfrentan períodos de escasez de lluvias o bajos deshielo, la energía termoeléctrica juega un rol muy relevante para darle continuidad de operación al sistema. En una compañía como Colbún, estos elementos pueden tener una incidencia relevante en su huella ambiental, ya que los criterios de seguridad del Sistema Eléctrico Nacional pueden demandar una mayor operación de sus centrales térmicas.

Con este telón de fondo, a inicios del año 2020, el Directorio de Colbún encargó a la administración desarrollar un proyecto que permitieran profundizar y mejorar aún más la gestión de la huella ambiental de la Compañía, estableciendo metas, indicadores e iniciativas adicionales asociadas a dicha huella.

Este proyecto involucró el trabajo coordinado de seis gerencias, la realización de talleres y el despliegue de una campaña interna para levantar iniciativas asociadas (se presentaron 37), que permitieron generar las metas propuestas. Para formular las metas se realizaron los siguientes pasos previos: definición de línea base y KPI´s; definición de curva de abatimiento; benchmark; vinculación con nuestros clientes y análisis normativo.

A partir de lo anterior, durante el año 2020 se propusieron metas concretas para reducir la huella ambiental de Colbún en los próximos años, las que a inicios del año 2021 fueron ratificadas por el Directorio:

ESTRATEGIA DE CAMBIO CLIMÁTICO Y HUELLA DE CARBONO

¿A qué nos comprometemos?

Colbún contribuirá al cumplimiento de los compromisos nacionales en materia de emisiones de GEI, apuntando a ser una Compañía carbono neutral en el 2050, en el contexto de la meta de la Ley Marco de Cambio Climático.

En la ruta hacia la carbono neutralidad, para la próxima década nos comprometemos a:


>

Reducir el factor de emisión neto1 de CO2 de Colbún en Chile2 en un 30% al 2025 y 40% al 2030 (respecto de 2018, en ton CO2e/ MWh generado) y;

>

Mantener este indicador por debajo del promedio del Sistema Eléctrico Nacional, aportando de manera relevante a la reducción del factor de emisión del sistema en su conjunto.

Reafirmamos los compromisos asumidos en el Acuerdo de Descarbonización de junio de 2019. Entendemos la urgencia de la acción climática, la cual debe estar en línea con una transición energética que contemple el monitoreo de las siguientes variables:

a)

Seguridad de la operación del Sistema Eléctrico.

b)

Impactos ambientales de la descarbonización.

c)

Costos de operación del Sistema Eléctrico.

¿Cómo podremos lograrlo?

Desarrollo de Plan de Energías Renovables (Solar y Eólica).

Utilización de instrumentos de mercado costo eficientes (bonos de carbono o equivalentes funcionales).

Implementación de iniciativas de compensación a través de soluciones basadas en la naturaleza.

Desarrollo de programas de eficiencia energética en las operaciones de la Compañía.

HUELLA DEL AGUA

¿A qué nos comprometemos?

En el contexto de la “megasequía” que ha afectado a Chile, en Colbún comprendemos la necesidad del cuidado del agua, el uso productivo y los servicios ecosistémicos. Es por esto que la Compañía realiza esfuerzos permanentes para lograr un uso eficiente del recurso.

Si bien la hidroelectricidad no consume agua, su disponibilidad es clave para la generación de energía limpia y la composición de la matriz energética. En esta línea, Colbún ha generado acuerdos de colaboración con regantes y otros actores de las cuencas para promover un aprovechamiento eficiente del recurso hídrico.

En cuanto al consumo de agua dulce en nuestras instalaciones en Chile, la empresa diferencia dos tipos de consumos: 1) OPERACIONAL, cuando las aguas son destinadas a actividades propias de la generación, como los procesos de enfriamiento en las centrales térmicas; y 2) NO OPERACIONAL, cuando el recurso hídrico se destina a usos administrativos como riego y consumo humano.

Con el objetivo de aportar a una matriz energética cada vez más sostenible, nos comprometemos en concreto a:

>

Meta Operacional: Reducir la intensidad de extracción de agua dulce por unidad de energía generada en Colbún3 en un 40% al 2025 y 45% al 2030 (respecto de 2018, en m3 agua/MWh generado).

>

Meta No-Operacional: Reducir el volumen de extracción de agua dulce utilizado para actividades no operacionales en un 40% al 2025 (respecto de 2018, en miles m3 agua).

¿Cómo podremos lograrlo?

Desarrollo de Plan de Energías Renovables (Solar y Eólica).

Uso de nuestra Planta de Osmosis Inversa en el Complejo Nehuenco, que permite reducir el consumo de agua fresca.

Iniciativas de reutilización de aguas tratadas, riego tecnificado, cosecha de aguas lluvias, entre otras.

HUELLA DE RESIDUOS

¿A qué nos comprometemos?

Las cenizas producidas en Central Santa María representan el 98%- 99% del total de residuos generados anualmente por Colbún. Por lo tanto, al lograr valorizarla (evitar su 4 disposición final), nos acercamos a ser una Compañía CERO RESIDUOS.

En el mediano plazo nos comprometemos a:

>

Alcanzar un 98% de valorización de cenizas al 2025.

¿Cómo podremos lograrlo?

Reutilización o reciclaje de cenizas con cementeras y otros usuarios.

Aplicaciones de la escoria (cenizas de fondo).

1 Factor Emisión Neto (ton CO2e/MWh) = (Emisiones generadas – Emisiones compensadas)/Energía Producida
2 La meta no incluye Fénix
3 No se incluye el agua de mar de Santa María. Esta meta no considera Fenix, ya que no consume agua dulce (100% agua de mar).

MONITOREO DE INCIDENTES AMBIENTALES

102-11

Los lineamientos y prácticas corporativas vinculadas con la gestión y cumplimiento de estándares ambientales en el territorio en el que operamos, consideran la aplicación del enfoque preventivo como parte del actuar de la Compañía.

Colbún ha definido controles específicos, tales como la ejecución de inspecciones en terreno, que busca identificar, en forma preventiva, acciones y condiciones subestándar, definiendo las medidas de control necesarias (mitigación o eliminación), con la finalidad de prevenir situaciones que puedan causar lesiones a personas, daño a los bienes y/o al medio ambiente.

Para su gestión la Compañía cuenta con un procedimiento formal, que establece las etapas y metodologías asociadas a la gestión de incidentes ambientales. La clasificación de un incidente se rige por directrices claras y específicas respecto del nivel o grado de impacto sobre algún componente ambiental. Durante el año 2020 no hubo incidentes ambientales relevantes en la Compañía.