Si bien el valor de compra de un auto eléctrico puede superar entre un 50% y un 100% al de uno convencional, el primero conlleva ahorros en desplazamiento, mantención y emisiones.
Un ahorro promedio de un 75% en el costo por kilómetro recorrido puede representar para una persona usar un vehículo eléctrico versus uno convencional, según cálculos realizados por Colbún. Cabe destacar que proporcionalmente este impacto aumenta en el caso de flotas de vehículos livianos de una empresa-.
Sebastián Jiménez, ingeniero especialista de la Gerencia de Innovación de Colbún y encargado de los proyectos de electromovilidad en la compañía, afirma que “si bien el costo de comprar un vehículo eléctrico sigue siendo entre un 50 y un 100% mayor que comprar uno convencional; el eléctrico es económicamente más conveniente en otros aspectos, tales como el costo por kilómetro recorrido, las mantenciones y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero”, explica.
El ahorro promedio de 75% se estima a partir de las siguientes premisas:
Auto convencional a combustión (ya sea diésel o parafina): | Auto eléctrico (abastecido en un punto de carga residencial; Bt1): |
Valor combustible: $1.200 pesos por litro. Rendimiento promedio: 10 kilómetros por litro. Costo total: $120 pesos por kilómetro. | Valor electricidad: $120 pesos por KWh. Rendimiento: 4 kilómetros por KWh. Costo total: $30 pesos por kilómetro |
Ahora, no sólo hay ahorro en combustibles. En términos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero se llega a una disminución de alrededor de un 70% (para los mismos parámetros de intensidad de uso del vehículo). Este cálculo considera un factor promedio de emisiones generadas por el sistema eléctrico chileno de 42 toneladas de CO2 equivalente por MW generado, considerando el peso de las centrales térmicas.
Finalmente, hay un último factor que inclina la balanza hacia los autos eléctricos -y en particular cuando se trata de flotas de vehículos livianos en una empresa-: la mantención. Los autos eléctricos tienen muchos menos componentes móviles y por lo tanto un nivel de desgaste inferior, lo que explica que la mantención de un vehículo de estas características se hace con el doble de kilómetros recorridos que un auto convencional, y comprende sólo electrónica de potencial, siendo mucho más simple que una mantención estándar.
En síntesis, un auto eléctrico:
- Costos de compra: Entre 30% y 40% más caro que sus pares a combustión.
- Costo por kilómetro: Hasta un 75% menor al convencional.
- Emisiones GEI: Alrededor de un 70% menor.
- Mantenciones: Menos frecuentes y más sencillas.