El mercado eléctrico está compuesto por dos segmentos de clientes. Primero, los clientes libres, donde se observan condiciones de competencia que permiten al consumidor negociar directamente con el suministrador de energía (un generador por lo general) el precio y condiciones de suministro. Todo consumidor con una potencia mayor a 500 KW -una casa de tamaño medio tiene por lo general 10 KW- puede optar este régimen (y cuando es superior a 5000 KW es obligatorio hacerlo).

Los clientes regulados, en tanto, son consumidores más pequeños -hogares, comercios- que están en sectores donde las características del mercado son de monopolio natural, y por tanto el precio es regulado. La tarifa aquí tiene tres componentes: Precio de Nudo, que es el precio que se paga por la generación y transporte de energía; el Valor Agregado de Distribución, que es lo que se paga por la distribución de la energía; y un cargo único por del uso del Sistema de Transmisión Troncal.

El alza derivada del nuevo decreto tarifario que comenzará a regir en junio, afecta a los llamados clientes regulados, segmento que está integrado por un universo de unos seis millones de hogares, comercios y otros consumidores a lo largo de Chile. Esta alza no impacta a los clientes libres, quien representaron en 2018 el 55% de la demanda de energía en el país y para quienes las condiciones de pago se rigen por cada contrato particular.

El Precio de Nudo Promedio (PNP) que las distribuidoras cobras a sus clientes es calculado cada seis meses por la Comisión Nacional de Energía, entrando en vigencia los 1 de enero y 1 de junio de cada año. Este es un procedimiento reglado y transparente que refleja las variaciones de los costos de la electricidad, como actualización por tipo de cambio, precio de combustibles, IPC, entre otros.

Una parte del PNP está determinado por el valor de la energía que las distribuidoras licitan con cinco años de anticipación. Es así como las tarifas que hoy están entrando en vigencia corresponde a licitaciones ocurridas en 2014. Pero mientras en 2014 el dólar tenía un valor de $530, a mediados del 2018 éste llegaba a $670, un alza de más de un 25%, que repercute principal y directamente en el nuevo decreto tarifario (y que se aplica retroactivamente, porque debió haber entrado en vigencia en enero pasado).

Finalmente, es importante notar que desde que entró en vigencia la fórmula actual de cálculo del Precio de Nudo Promedio (enero de 2017), en 76% de las veces la evolución del tipo de cambio ha significado una baja en las tarifas, beneficiando a los consumidores.

El mercado eléctrico está compuesto por dos segmentos de clientes. Primero, los clientes libres, donde se observan condiciones de competencia que permiten al consumidor negociar directamente con el suministrador de energía (un generador por lo general) el precio y condiciones de suministro. Todo consumidor con una potencia mayor a 500 KW -una casa de tamaño medio tiene por lo general 10 KW- puede optar este régimen (y cuando es superior a 5000 KW es obligatorio hacerlo).

Los clientes regulados, en tanto, son consumidores más pequeños -hogares, comercios- que están en sectores donde las características del mercado son de monopolio natural, y por tanto el precio es regulado. La tarifa aquí tiene tres componentes: Precio de Nudo, que es el precio que se paga por la generación y transporte de energía; el Valor Agregado de Distribución, que es lo que se paga por la distribución de la energía; y un cargo único por del uso del Sistema de Transmisión Troncal.

El alza derivada del nuevo decreto tarifario que comenzará a regir en junio, afecta a los llamados clientes regulados, segmento que está integrado por un universo de unos seis millones de hogares, comercios y otros consumidores a lo largo de Chile. Esta alza no impacta a los clientes libres, quien representaron en 2018 el 55% de la demanda de energía en el país y para quienes las condiciones de pago se rigen por cada contrato particular.

El Precio de Nudo Promedio (PNP) que las distribuidoras cobras a sus clientes es calculado cada seis meses por la Comisión Nacional de Energía, entrando en vigencia los 1 de enero y 1 de junio de cada año. Este es un procedimiento reglado y transparente que refleja las variaciones de los costos de la electricidad, como actualización por tipo de cambio, precio de combustibles, IPC, entre otros.

Una parte del PNP está determinado por el valor de la energía que las distribuidoras licitan con cinco años de anticipación. Es así como las tarifas que hoy están entrando en vigencia corresponde a licitaciones ocurridas en 2014. Pero mientras en 2014 el dólar tenía un valor de $530, a mediados del 2018 éste llegaba a $670, un alza de más de un 25%, que repercute principal y directamente en el nuevo decreto tarifario (y que se aplica retroactivamente, porque debió haber entrado en vigencia en enero pasado).

Finalmente, es importante notar que desde que entró en vigencia la fórmula actual de cálculo del Precio de Nudo Promedio (enero de 2017), en 76% de las veces la evolución del tipo de cambio ha significado una baja en las tarifas, beneficiando a los consumidores.