Son más silenciosos y limpios, emitirían solo cerca de un tercio de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que generan los vehículos a combustibles fósiles, requieren menos mantención y son hasta cuatro veces más eficientes que los convencionales. Se trata de los vehículos eléctricos, que a la fecha ya suman cerca de 300 en circulación en Chile y alrededor de 2 millones a nivel mundial.

El Ministerio de Energía fue claro respecto de sus prioridades en la Ruta Energética 2018 -2022 y se espera que al 2022 haya 10 veces más de este tipo de vehículos en circulación en Chile. Lo anterior, entre otras razones, porque la electromovilidad permitiría, por un lado, reducir las emisiones de diversos sectores, entre ellos transporte, cuyo consumo energético final de la matriz corresponde a un 35%; y por otro, beneficiaría la eficiencia energética en diversas industrias.

Por esto, y a fin de potenciar la libre competencia para generadoras de energía, en Colbún surgió la propuesta de una red de electrolineras de uso público y privado para todo usuario que tenga vehículo eléctrico, la Infraestructura de Recarga Pública (IRP). En concreto, la proposición consiste en una serie de lineamientos regulatorios que permite estandarizar las electrolineras, tanto para usuarios finales, como para dueños y suministradores de energía eléctrica, como lo podría ser Colbún.

La propuesta, ya presentada a la autoridad, aborda, entre otras cosas, las normas de la infraestructura que rigen el montaje de instalación, la protección contra choques, los estándares de conexión al sistema de distribución, la iluminación y cualquier otro equipamiento mínimo necesario para operar de manera segura la instalación. A su vez, incluye una fórmula de estandarización para el correcto acceso técnico y uso del servicio de recarga, como también una propuesta de pago eficiente por uso de la infraestructura.

A través de la implementación de esta propuesta de Colbún, el usuario que utiliza vehículos eléctricos podría acercarse a cualquier punto de carga de la red de electrolineras y elegir libremente, a través de un sistema digital, con qué empresa quisiera abastecerse de electricidad. “Esta iniciativa, además de capturar beneficios ambientales, busca otorgarle libertad de elección al usuario final de vehículos eléctricos; y para ello, es fundamental una regulación que permita la libre competencia entre generadoras, cree condiciones de mercado y genere incentivos para adoptar la electromovilidad de manera costo eficiente y con la mayor celeridad posible”, explica Paulina Basoalto, subgerente de Regulación de Colbún.

En todos los puntos de recarga con electrolineras IRP, cualquier proveedor de energía eléctrica, ya sean actuales generadoras o nuevos actores, tendrían la opción de competir por dar el suministro de electricidad en dichos puntos. Todo esto, gestionado y administrado (contratos) por el Operador de Mercado de Electrolineras (independiente), supervisado técnicamente por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

China es el país que más vehículos eléctricos vendió en 2016, seguido de Estados Unidos (351.000 y 157.000 automóviles, respectivamente).

De las ventas totales de vehículos nuevos, Noruega lidera con amplia ventaja con un 29,5%, seguido por Holanda con un 6,4% y por Suecia con un 3,5% durante el 2016.

Son más silenciosos y limpios, emitirían solo cerca de un tercio de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que generan los vehículos a combustibles fósiles, requieren menos mantención y son hasta cuatro veces más eficientes que los convencionales. Se trata de los vehículos eléctricos, que a la fecha ya suman cerca de 300 en circulación en Chile y alrededor de 2 millones a nivel mundial.

El Ministerio de Energía fue claro respecto de sus prioridades en la Ruta Energética 2018 -2022 y se espera que al 2022 haya 10 veces más de este tipo de vehículos en circulación en Chile. Lo anterior, entre otras razones, porque la electromovilidad permitiría, por un lado, reducir las emisiones de diversos sectores, entre ellos transporte, cuyo consumo energético final de la matriz corresponde a un 35%; y por otro, beneficiaría la eficiencia energética en diversas industrias.

Por esto, y a fin de potenciar la libre competencia para generadoras de energía, en Colbún surgió la propuesta de una red de electrolineras de uso público y privado para todo usuario que tenga vehículo eléctrico, la Infraestructura de Recarga Pública (IRP). En concreto, la proposición consiste en una serie de lineamientos regulatorios que permite estandarizar las electrolineras, tanto para usuarios finales, como para dueños y suministradores de energía eléctrica, como lo podría ser Colbún.

La propuesta, ya presentada a la autoridad, aborda, entre otras cosas, las normas de la infraestructura que rigen el montaje de instalación, la protección contra choques, los estándares de conexión al sistema de distribución, la iluminación y cualquier otro equipamiento mínimo necesario para operar de manera segura la instalación. A su vez, incluye una fórmula de estandarización para el correcto acceso técnico y uso del servicio de recarga, como también una propuesta de pago eficiente por uso de la infraestructura.

A través de la implementación de esta propuesta de Colbún, el usuario que utiliza vehículos eléctricos podría acercarse a cualquier punto de carga de la red de electrolineras y elegir libremente, a través de un sistema digital, con qué empresa quisiera abastecerse de electricidad. “Esta iniciativa, además de capturar beneficios ambientales, busca otorgarle libertad de elección al usuario final de vehículos eléctricos; y para ello, es fundamental una regulación que permita la libre competencia entre generadoras, cree condiciones de mercado y genere incentivos para adoptar la electromovilidad de manera costo eficiente y con la mayor celeridad posible”, explica Paulina Basoalto, subgerente de Regulación de Colbún.

En todos los puntos de recarga con electrolineras IRP, cualquier proveedor de energía eléctrica, ya sean actuales generadoras o nuevos actores, tendrían la opción de competir por dar el suministro de electricidad en dichos puntos. Todo esto, gestionado y administrado (contratos) por el Operador de Mercado de Electrolineras (independiente), supervisado técnicamente por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

China es el país que más vehículos eléctricos vendió en 2016, seguido de Estados Unidos (351.000 y 157.000 automóviles, respectivamente).

De las ventas totales de vehículos nuevos, Noruega lidera con amplia ventaja con un 29,5%, seguido por Holanda con un 6,4% y por Suecia con un 3,5% durante el 2016.